La movilidad académica y estudiantil: un tema en la agenda de la investigación educativa en México

La reseña elaborada por Dira Plancarte Flores, corresponde a una serie de reseñas que el equipo de apoyo de la Red sobre Internacionalización y Movilidades Académico-Científicas (RIMAC), coordinada por la investigadora del DIE-Cinvestav, Dra. Sylvie Didou Aupetit, realizó durante el XIII Congreso de Investigación Educativa organizado bienalmente por el Consejo Mexicano de Investigación Educativa A.C. En este texto, Dira Plancarte presenta algunas ponencias sobre Movilidad, tópico de interés de la Red, con el objetivo de conocer qué y quiénes investigan la movilidad de estudiantes y académicos en México.


 

La movilidad académica y estudiantil: un tema en la agenda de la investigación educativa en México[1]

 

Por: Dira Plancarte Flores[2]

 

El XIII Congreso Nacional de Investigación Educativa fue organizado en torno al planteamiento Aportes y reflexiones desde la investigación educativa: ¿qué sabemos… qué nos falta?, y tuvo el objetivo de reflejar las principales preocupaciones de la comunidad de investigadores de la educación. La movilidad estudiantil y académica fue abordada en cuatro mesas, dos simposios y una conversación educativa. A continuación reseñaré los elementos más importantes que dan cuenta del trabajo presentado por algunos investigadores en torno al tema.

Alejandra Guadalupe Velázquez Ruiz y Juan Pablo Durand Villalobos, en su ponencia Movilidad estudiantil en la Universidad de Sonora: 1997-2014 reportaron los resultados de una investigación en curso, que busca detectar los patrones, tendencias y flujos de la movilidad en la UNISON. Desprendieron como objetivos secundarios: 1) realizar un análisis estadístico sobre movilidad estudiantil, durante el periodo 1997-2014; 2) contrastar  estos hallazgos con los datos nacionales e internacionales; y 3) sistematizar la información sobre movilidad estudiantil en la Universidad.

Los investigadores señalaron que desde la década de 1990, la internacionalización de la educación superior y la movilidad estudiantil han sido temas relevantes en México, Brasil y Argentina. Sin embargo, fue a partir del surgimiento del programa Erasmus, y la subsecuente reforma educativa que promovió el Proceso de Bolonia en Europa, cuando la atención en la movilidad estudiantil se centró en:

  1. Análisis cuantitativo del impacto y flujos
  2. Oportunidades y amenazas para los países involucrados
  3. Movilidad estudiantil e internacionalización de la educación superior
  4. Motivaciones y representaciones de los universitarios con respecto a sus experiencias en el extranjero

Los investigadores ubican su investigación en el primer eje de análisis y apuntaron la dificultad para analizar cuantitativamente el impacto y flujos de movilidad estudiantil, debido a la ausencia de sistematización en los registros institucionales, organismos y programas de becas.

Para Durand y Velázquez, los estudios más confiables sobre movilidad están focalizados en instituciones que prestaron atención al tema, aunque éstos estén limitados a casos particulares. De acuerdo a la tipología propuesta por Luchilo (2014) sobre la movilidad de estudiantes desde las funciones atribuidas a la misma[3], Durand y Velázquez propusieron criterios para acercarse al fenómeno, a nivel licenciatura en la UNISON.  Para ello, integraron dos bases de datos primarias. Una, con los registros de los casos de participación en programas de movilidad desde el ciclo 1992-2 hasta 2014-2, con un total de 2, 200 casos; otra, con datos sobre la población total de la UNISON por unidad regional, por división y por sexo. Cruzaron ambas bases y compararon el crecimiento de población y el de la participación en los programas de movilidad, para obtener proporciones.

Como resultados preliminares, apuntaron que la movilidad estudiantil en la UNISON data de 1990 a través del Programa Trilateral de Movilidad Estudiantil, impulsado en el marco del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Sin embargo, son los convenios directos entre universidades, el principal medio para gestionar recursos para la movilidad. Los investigadores descubrieron que más del 80% de los casos son financiados por 10 programas aunque, dado que muchos programas funcionan por sí mismos (como ECOES), la contabilización de estudiantes resulta complicada. Apuntaron que desde 1997 y hasta 2006-1, creció la movilidad pero, para el ciclo 2009-1, se observó un decrecimiento significativo, atribuible a la aparición de la movilidad de verano.

Con respecto a la movilidad por género, existe una brecha notoria en comparación con la tendencia nacional. En la UNISON, los estudiantes móviles son mujeres en 62.7%  de las ocurrencias (1, 378), 56% (772) de ellas en movilidad nacional. La movilidad estudiantil femenina en la UNISON es mayormente nacional, mientras que la masculina es más internacional.

Por área de conocimiento o Divisiones, el mayor número de casos está en la División de Ciencias Económicas y Administrativas (25%), seguida de la División de Ciencias Sociales (23%) e Ingeniería (22%). Pero las primeras dos cuentan con un mayor número de casos de movilidad nacional mientras que la de Ingeniería presenta mayor movilidad internacional.

El destino más recurrente en movilidad internacional es España con el 29.9% del total de los casos y principalmente visitado por alumnos de Ciencias Económicas y Administrativas. Sigue Francia (16.4%), Estados Unidos (12.2%), Argentina (11.2%) y Canadá (10.9%), todos visitados predominantemente por estudiantes de Ingeniería.

A manera de conclusión, Durand y Velázquez explicaron que de acuerdo a la  información presentada y en comparación con PATLANI,  la UNISON presenta un perfil institucional de movilidad estudiantil diferente a la tendencia nacional, especialmente en lo que corresponde a las áreas de conocimiento y los países de destino. Pero, para conocer a profundidad el fenómeno de la movilidad estudiantil en la UNISON, los autores consideran importante incluir otros factores como el tipo de institución de destino y detalles sobre el financiamiento.

Otro evento fue el simposio PATLANI: encuesta de movilidad estudiantil internacional temporal en las instituciones de educación superior mexicanas: principales tendencias de movilidad entrante y saliente, con las intervenciones de Alma Maldonado Maldonado y Roberto Villers Aispuro.

PATLANI[4] representa un esfuerzo interinstitucional coordinado por la ANUIES, para  recoger y  sistematizar información general sobre la movilidad estudiantil entrante y saliente en México; mediante una encuesta nacional, es aplicada a Instituciones de Educación Superior (IES) tanto públicas como privadas[5].

El simposio, dirigido por la Dra. Alma Maldonado Maldonado, investigadora del CINVESTAV, tuvo como objetivo dar cuenta de las principales tendencias de la movilidad estudiantil a partir de las dos encuestas PATLANI correspondientes a los períodos 2012-2013 y 2013-2014.

La Dra. Maldonado señaló que la movilidad estudiantil es un fenómeno que, en números, ha evolucionado con el paso de los años. En 1950, 110,00 estudiantes se movían; en 2015, había más de 2.5 millones de estudiantes internacionales. Ese incremento explicó, implica que valga la pena preguntarse ¿qué es un estudiante internacional? Como toda conceptualización, la respuesta depende de las variables consideradas para definirla. Puede incluirse en ella el tipo de sujeto móvil, el nivel (pregrado-posgrado), el objetivo de la movilidad, el desplazamiento geográfico, la duración de la movilidad y el tipo de financiamiento.

En términos generales, la importancia de los estudiantes internacionales no radica sólo en los impactos de la movilidad a nivel institucional, sino en la dinámica de la economía mundial y por consecuencia, en las políticas Open doors. En Estados Unidos, el principal país de recepción de estudiantes internacionales, la movilidad genera aproximadamente 27 mil millones de dólares anuales y miles de empleos. Francia, otro país receptor popular, reporta que sólo en subsidios, obtiene 4.6 mil millones de euros anuales.

Es importante reconocer que PATLANI compara sus resultados con los de la Estadística 911[6]. De acuerdo con esa base, 4% de la matrícula de educación superior ha tenido experiencias de movilidad, sin embargo, sólo el 2% de la matrícula corresponde a población entrante. En éste último punto, los resultados de PATLANI y de la 911 difieren. De hecho, la Dra. Maldonado comentó que un problema radica en cómo son generados los datos en las IES participantes y en la no distinción entre pregrado y posgrado o tipos de institución a los que está referidos los datos.

Señalado lo anterior, la Dra. Maldonado proporcionó algunos datos que afirman tendencias.  Para 2013, PATLANI reportó que el 4% de la matricula nacional correspondía a estudiantes internacionales lo que, en comparación con Canadá (8%), Australia (25%), Suiza (28%) y Reino Unido (18%), es un porcentaje bajo.  Igualmente, apuntó que existe una ligera mayoría de mujeres en movilidad internacional y que los principales destinos de los estudiantes mexicanos son España, Estados Unidos, Francia, Alemania, China, Italia, Brasil, y Argentina. Los principales países de origen de los estudiantes en movilidad entrante son Estados Unidos, Francia, Colombia, Alemania y España. Las IES privadas como el TEC de Monterrey, la Universidad del Valle de México y la Universidad Autónoma  de Guadalajara reportan los mayores porcentajes de movilidad estudiantil, entrante y saliente.

A manera de conclusión, la Dra. Maldonado expuso que la mayor parte de la movilidad de estudiantes en México se produce en la licenciatura, en universidades particulares y en áreas de ciencias sociales y administrativas. El financiamiento tiende a ser privado y no hay una clara distinción entre la movilidad de hombres y la de mujeres. En cuanto a los retos para PATLANI, destacó la necesidad de incrementar el número de instituciones participantes y de discutir las ventajas y desventajas de una encuesta muestra frente a un censo. De igual manera, subrayó la importancia de trabajar conjuntamente con la SEP y con otras instituciones para que la información producida por el país pueda ser considerada en estadísticas globales como las de la OCDE o Project ATLAS; sobre todo, insistió en la urgencia de generar un amplio debate sobre la internacionalización de la educación superior.

El Dr. Roberto Villers Aispuro, Director General Académico de la ANUIES, explicó la importancia de contar con encuestas como PATLANI que aporten información real sobre la movilidad estudiantil. Al concebir a la internacionalización de las IES mexicanas como una manera de hacer frente a la globalización, a partir del conocimiento, el Dr. Villers explicó que la movilidad de estudiantes es una de las dimensiones más importantes de la internacionalización porque, tomando el programa ERASMUS europeo como ejemplo, las repercusiones de una movilidad afectan la vida de los estudiantes.

Sin embargo, señaló, las repercusiones de la movilidad no pueden explicarse en sí mismas: es necesario comprender los elementos contextuales y demostrarlos. De manera general, el Dr. Villers señaló que, a partir de 2009, en la Conferencia Mundial de Educación Superior (CMES) de la UNESCO, el impulso a la internacionalización fue considerado como una responsabilidad global; en México,  fue incluido tanto en el Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018 como en el Plan Sectorial de Educación.

Sin embargo, dijo, para medir el proceso de integración de la internacionalización en las IES, es necesaria contar con información que dé cuenta de las capacidades institucionales, de la existencia de planes o programas de internacionalización y evidencie los resultados de los esfuerzos de cooperación y de las redes. Para los primeros dos puntos, el Dr. Villers consideró que PATLANI representa hasta el momento un valioso esfuerzo para documentar la movilidad de estudiantes. Cuestionar la movilidad, agregó, es sólo la punta del iceberg de la internacionalización. Debajo, hay una estructura con dimensiones jurídicas, económicas y políticas en relación a la que discutir las formas en las que las IES deben internacionalizarse. Si bien PATLANI es sumamente importante para conocer la movilidad estudiantil en México, uno de sus principales retos radica en institucionalizar su levantamiento, concluyó.

En la mesa sobre Movilidad estudiantil y estudiantes de posgrado, el 18 de noviembre, Aldo Colorado Carvajal (UV), Sagrario Pérez Callejas (UV) y Argelia Ramírez (UNAM) presentaron una investigación sobre La movilidad estudiantil en la Universidad Veracruzana, orientada a detectar las características generales de los estudiantes en movilidad de la Universidad Veracruzana.

Señalaron que la movilidad estudiantil en la Universidad Veracruzana data de 1994 pero fue formalizada hasta el 2010  al crearse la Dirección General de Administración Escolar (DGAE) y la Coordinación de Movilidad Estudiantil y Académica. Debido a las características de la institución, la movilidad estudiantil de la UV ha  sido de diferentes tipos: intra universitaria (entre los campus en el estado de Veracruz), interregional, nacional e internacional.

De acuerdo a los investigadores, las características específicas de los estudiantes y las experiencias de movilidad aún son un tema desconocido, aunque existen requisitos particulares para la movilidad: promedio igual o superior a 8.5, acreditación del idioma para la movilidad internacional; 50% de los créditos cubiertos para movilidad nacional y 40% para movilidad internacional.

Con base en la información proporcionada por la DGAE, Colorado, Pérez y Ramírez comentaron que, entre 1991 y 2014,   2, 205 estudiantes efectuaron una estancia de movilidad. Xalapa (67%) y Veracruz (19%) son las regiones que presentan mayor movilidad de estudiantes; por disciplina, el área económico-administrativa tiene un mayor porcentaje de estudiantes en movilidad; por género. 61% de los estudiantes móviles son mujeres; por ciclo, 93% realiza movilidad en licenciatura pero se  registra  un aumento de la movilidad en el posgrado; por duración. 83% hacen estancias largas  y 49% realiza movilidad internacional.

De los estudiantes que recibió la UV entre 2008 y 2012, un 51% tenía padres con educación superior, 24% con escolaridad media y 23% con escolaridad básica. 37% de padres de los estudiantes de la UV tenían escolaridad básica, 32% superior y 29% media. En la misma muestra de estudiantes, sólo un 10% del grupo tiene uno o ambos padres que hablan una lengua indígena. Aproximadamente un 50% de los estudiantes que realiza una estancia de movilidad presenta un nivel alto de bienes y servicios, mientras que el 30% y 20% presentan niveles medio y bajo respectivamente.

De acuerdo con la información obtenida, los autores consideran que, para tener una mayor comprensión de la experiencia de la movilidad estudiantil, es necesario incluir en el estudio la perspectiva de las políticas de internacionalización, un análisis de las construcciones de las identidades de los estudiantes universitarios y observar el impacto de la movilidad en su formación académica.

Mónica López Ramírez presentó por su parte la ponencia “¿En México o en el extranjero? Análisis del proceso de toma de decisiones de estudiantes mexicanos sobre el lugar para realizar su doctorado”, orientada a comprender la manera en la que los estudiantes mexicanos de ingeniería eligen destinos de formación doctoral, tanto en México como el extranjero.

De acuerdo a sus datos, los mexicanos representan al grupo más grande de estudiantes de posgrado latinoamericanos en el extranjero y sus principales destinos, según la información proporcionada por el CONACYT, son Estados Unidos, Reino Unido, España, Canadá, Francia y Alemania.

La Dra. López indicó que para comprender la movilidad estudiantil es necesario conocer el papel de los estudiantes y preguntarnos ¿por qué se van o por qué se quedan? , desde la fase de pre movilidad, en el momento de la toma de decisión. Para su investigación, orientó su mirada a este momento y tomo en cuenta tres ejes:

  1. Caracterización del origen social: éste incluye el capital viajero (dominio de diferentes idiomas y experiencias de vida en el extranjero) y la escolaridad y ocupación de los padres.
  2. Profundización en las trayectorias y contextos institucionales: acceso a capital social a través de las relaciones sociales, experiencias de movilidad previas, y continuidad institucional de los estudios superiores.
  3. Acciones, estrategias y agencia que los estudiantes utilizaron para la búsqueda de información, lapso para trámites, rango de elección y evaluación de las opciones para continuar su formación doctoral.

Con una perspectiva cualitativa, la Dra. López enfocó su atención a los doctorantes de CONACYT, estudiantes de Ingeniería en tres posgrados nacionales (IPN, UNAM e ITESM) y tres posgrados en el extranjero (en Francia, Estados Unidos y Reino Unido). Con esta población, realizó 43 entrevistas, 19 en México y 24 en el extranjero. Sus informantes se agruparon entre los 23 y 36 años, la mayoría hombres y sin compromisos conyugales.

Los estudiantes en doctorado en el extranjero provienen de entornos familiares con mejores condiciones económicas, culturales y educativas que los de los doctorantes nacionales. Su capital viajero es igualmente más elevado (sobre todo en el idioma, aprendido desde la infancia).  Las instituciones por donde transitaron los estudiantes en el extranjero fueron diversas pero accedieron a ellas por medio de convocatorias, recomendaciones e invitaciones; los nacionales se caracterizan por ser endogámicos. En ambos casos, las relaciones establecidas con los asesores de tesis jugaron un papel fundamental en la toma de decisión.

Para el último eje, los estudiantes nacionales tendieron a limitar sus opciones de búsqueda de posgrado en espacios conocidos, mientras que los estudiantes en el extranjero ampliaron sus opciones a varias instituciones y programas de posgrado, además de anticipar por mucho los trámites.

La Dra. López concluyó que los efectos del origen social se plasman en la forma en la que operan las decisiones de los estudiantes de ingeniería en el momento de elegir un posgrado; así mismo, los contextos educativos previos y el acceso al capital social son elementos clave para su elección de movilidad. Esto refuerza las diferencias basadas en los diversos capitales de los estudiantes y enmarca la toma de decisiones en cuatro tipos:

  1. Estratégica: en ella están agrupados los estudiantes en el extranjero (principalmente en Estados Unidos) con orígenes sociales privilegiados que optan por las universidades con mejores posiciones en los rankings. Estos estudiantes se ven a sí mismos como exitosos y buscan las opciones de mayor prestigio.
  2. Institucional: la toman estudiantes en el extranjero y nacionales con origines sociales privilegiados. La elección del posgrado obedece a las oportunidades y programas de colaboración para financiar sus posgrados; se basa en aquello que es para los estudiantes más accesible y está apoyada por un elevado capital social, viajero y cultural.
  3. Por relaciones: en este tipo de decisión, las redes que los estudiantes tejieron en las instituciones de formación previas al doctorado, juegan un papel importante. Aquí se agrupan los estudiantes n el extranjero con menores ventajas sociales y los estudiantes en programas nacionales de orígenes sociales bajos.
  4. Adaptativa: aquí se agrupan la mayor parte de los estudiantes en posgrados nacionales, cuyos orígenes sociales son bajos y no cuentan con recursos para optar por más opciones que las conocidas. Su decisión está basada en reducir los riesgos y aprovechar las oportunidades.

En el simposio organizado por la Red de Observatorios de Movilidad Académica y Científica de los Mexicanos (ROMAC)[7], coordinada por los Dres. Rocío Grediaga Kuri y Étienne Gerard, ¿Por qué los mexicanos de distintas generaciones decidieron irse a estudiar a los países desarrollados? participaron Rocío Grediaga Kuri, Magdalena Fresán Orozco, Mónica López Ramírez y Estela Maldonado Pérez.

En este evento fueron discutidos los avances sobre la generación de información en torno a los mexicanos que quieren ir a estudiar al extranjero, quienes actualmente están estudiando en otros países y sobre quienes concluyeron sus estudios y residen y desarrollan sus trayectorias profesionales, dentro y fuera de México y sobre la reconstrucción de las trayectorias formativas y profesionales de miembros de las élites científicas, gubernamentales y del sector productivo del país.

A partir de la aplicación de una encuesta en línea, la Dra. Grediaga explicó que los resultados presentados estaban enmarcados en 4 ejes:

  1. Inflexiones en la dinámica del contexto para caracterizar a las distintas generaciones. Dentro de este eje, la población analizada fue dividida en tres categorías: 1. Pioneros (los que realizaron estudios de posgrado en la década de 1980); 2. Herederos (los que realizaron sus estudios en la crisis de los 90); y 3. Nueva Generación (los actuales y potenciales estudiantes de posgrados en el extranjero).
  2. Indicadores sobre el origen social de las generaciones.
  3. Factores del contexto nacional que tienen mayor peso para estudiar en el extranjero. Incluyen problemas socioeconómicos nacionales, dificultades a la incorporación laboral en docencia e investigación y problemas en la calidad educativa del país en diversos campos del conocimiento.
  4. Vinculación por generaciones. Elementos que vinculan y diferencian las trayectorias de las distintas generaciones para irse del país.

Como miembro de esta Red, Mónica López explicó que en la línea que ella trabaja ¿Por qué elijen el país, la institución y programa de estudios? Encontró cambios importantes en las percepciones sobre el país entre las diferentes generaciones. Las razones para estudiar en otro país están vinculadas con la calidad científica de los programas en el extranjero y el prestigio asociado; estos elementos están principalmente tomados en consideración por los mexicanos de las nuevas generaciones como factores importantes para su incorporación a espacios laborales posteriores. Con base en los datos del CONACYT, encontró que entre los estudiantes de la nueva generación, existe una disminución en la movilidad a Estados Unidos y un aumento en destinos como Reino Unido y España. Siendo las Ingenierías un área prioritaria, los estudiantes se distribuyen entre países considerados polos de atracción, mientras que España se ha convertido en el principal destino de los estudiantes de ciencias sociales.

López presentó una caracterización de los pioneros y de la nueva generación. Los pioneros al momento de realizar sus estudios en el extranjero eran hombres de más de 30 años, en su mayoría casados y de origen social alto. Los de la nueva generación, los actuales estudiantes, tienen menos de 30 años, la mayoría están solteros pero igualmente cuentan con un origen social alto. Para los pioneros, los motivos para realizar estudios en el extranjero estuvieron determinados por la carencia de programas, el interés por estudiar en escuelas de prestigio y en muchos caso, la necesidad de un posgrado como un requisito laboral; para los de la nueva generación, los motivos están vinculados con la especialización en un área de conocimiento, en escuelas de prestigio y corresponden al interés por buenas oportunidades laborales posteriores al posgrado. A esto, Mónica López lo llamo, el sueño americano de investigación, al visualizar el pos grado como una oportunidad para canjear grados por libras o euros.

En cuanto a las trayectorias, explicó que existen diferencias significativas en las trayectorias de ambas generaciones. Los pioneros estudiaron la licenciatura entre los 20 y 24 años, incursionaron al ámbito laboral entre los 27 y 35 y, entre los 36 y 40, optaron por cursar un posgrado en el extranjero. Las oportunidades laborales estaban provistas por el Estado debido a la industrialización del país y a la consolidación del mercado académico. Los de la nueva generación cursan estudios de licenciatura entre los 20 y 26 años e ingresan al  posgrado entre los 28 y 36 años, optando en muchos casos por realizar pos doctorado. No tienen una idea laboral concreta y están dispuestos a buscar trabajo en el extranjero. Aprovechan una amplia oferta de programas de becas y con las facilidades que Internet y los trámites en línea proporcionan.

Para concluir, López indicó que si bien existen características comunes en la formación en el extranjero entre una generación y otra, los resultados demuestran que los motivos para optar por esta opción, divergen por sus características contextuales (especialmente en el ámbito laboral) y los momentos históricos de cada generación.

Magdalena Fresán en su ponencia Movilidad académica de los funcionarios públicos mexicanos formados en el extranjero, presentó los avances de una investigación sobre las carreras de los funcionarios públicos después de realizar estudios en el extranjero. El retorno implica para muchos ingresar a los procesos de renovación de las élites políticas del país. Planteó que si bien la obtención de un cargo político aumenta notoriamente la movilidad social, los estudios de posgrado son importantes para obtener diversos puestos debido a la búsqueda de fortaleza formativa en algunas Secretarias de Estado. Empero, existen diferencias en las trayectorias entre las distintas generaciones en aspectos como los antecedentes familiares, los resultados del proceso formativo, los factores del contexto que influyeron en la decisión de estudiar fuera del país, los criterios para el acceso a una carrera política en el país y los motivos de la elección del programa en el extranjero.

Los pioneros son personas con abuelos con estudios de primaria y algunas de secundaria, varios de ellos inmigrantes. Sin embargo, en su mayoría, tienen estudios de doctorado en el extranjero y sus motivaciones para salir del país radican en la inexistencia de programas de posgrado en México en su momento; así como en el prestigio de los programas. A su regreso, tuvieron relativa facilidad para hacer una carrera política. Los herederos cuentan con familias cuyos niveles de escolaridad oscilan entre el bachillerato y carreras técnicas y militares. Cuentan con una o varias maestrías, o bien, doctorados y son frecuentes aquellos que buscaron posgrados profesionalizaste. La mayoría recibió una invitación o un ofrecimiento por parte de las dependencias donde trabajan para estudiar en el extranjero; en general, tuvieron contacto previo con profesores de la institución en la que planeaban realizar sus estudios y conocieron el programa. El acceso posterior a las carreras políticas estuvo caracterizado por la solicitud de dominar algún idioma y tener pleno conocimiento de las oportunidades en varias dependencias.

La nueva generación proviene de familias cuyos abuelos y prácticamente todos los padres y madres tienen estudios de licenciatura e incluso de posgrado; cuenta con trayectorias completas en México y viajan al extranjero para pos doctorados y estancias de investigación. Esto, debido a la falta de perspectivas de desarrollo laboral y los bajos salarios. Para acceder a carreras políticas, necesita dominar idiomas y tener pleno conocimiento de las oportunidades y becas. La elección de los programas está basada en el prestigio de la carrera y de la institución.

Magdalena Fresán apuntó que la búsqueda de alternativas de formación en el extranjero, en este caso, fue basada en la ausencia de programas en el país, en la idea de fortalecer las capacidades técnico-administrativas para el desarrollo de las carreras en el ámbito político y en ampliar el conocimiento sobre oportunidades de mayor desarrollo y presencia en el ámbito global. Indicó que los entrevistados manifestaron que los niveles de habilitación tienen una influencia clara en la carrera política, particularmente en los procesos de reclutamiento; así mismo, admitieron que los estudios en el extranjero constituyen una ventaja competitiva para la carrera en el sector público y que el aprovechamiento de las redes internacionales es esencial para su desarrollo profesional.

Estela Maldonado Pérez, en su trabajo sobre la élite empresarial, buscó conocer la función de los estudios de posgrado y la conformación de las élites en el sector empresarial. Exploró  el caso de algunos empresarios hombres con puestos de poder para conocer las razones, vivencias y expectativas de sus estudios en el extranjero. Dado que su trabajo aún está en construcción, expuso las directrices de su investigación. Mencionó que la transcripción de sus entrevistas le permitirá ligar contextos  e información, para articular significados en paralelo y determinar cuáles son los principales polos de interrogación con respecto a esta población.

El jueves 19 de noviembre 2015, tuvo lugar la mesa: Procesos históricos en el contexto universitario.  En esta mesa, Rosa Martha Romo Beltrán, de la Universidad de Guadalajara, presentó  la ponencia “Procesos de exilio e innovación universitaria: el caso argen-mex”, sobre la trayectoria e historia universitaria de una académica argentina exiliada en México, que participó en el proyecto de refundación de la Facultad de Filosofía de la Universidad de Nuevo León, durante la segunda mitad del siglo pasado.

Conforme con su pregunta central ¿cómo los procesos de exilio generan proceso de innovación universitaria?, la Dra. Romo fundamentó su trabajo en el marco metodológico de los relatos de vida, para dar cuenta de la forma en la que la historia de una académica argentina en exilio significó un punto importante para el proceso de transformación de la Universidad de Nuevo León. Develó que en la familia de la académica y en su misma trayectoria personal existió una predisposición a migrar; sin embargo, ésta migración siempre había sido interna y para su informante, el exilio significó un acontecimiento de fisura en todas las dimensiones de su vida.

La primera parte de la trayectoria académica de la informante fue desarrollada durante la primera mitad de la década de 1970 en la Universidad de Córdoba, Argentina; posteriormente a la descomposición del proyecto peronista por la dictadura, el cierre de algunas universidades en Argentina y la agudización de las represiones, tras un breve encarcelamiento, la académica huyó a Buenos Aires a encontrar redes de migración que le permitieran salir del país. Su proceso de exilio inició en 1976 e implicó que recorriera tres países en un plazo de siete meses: Perú, Ecuador y México. En éste último, la informante se desplazó de la Cd. De México a Monterrey debido a las oportunidades que su formación académica en Pedagogía y las redes de exiliados le aportaron. Al llegar a la Universidad de Nuevo León, se incorpora con propuestas de innovación curricular que habrían de ser, tiempo después, parte aguas para la innovación universitaria.

La Dra. Romo puntualizó, en sus conclusiones, que el arribo de exiliados argentinos coincidió con el crecimiento de la izquierda y la ubicación de militantes de la misma en cargos directivos dentro de las universidades. Este hecho no sólo alentó la apertura de las universidades y la rápida inserción de exiliados, sino que contribuyó a un proceso de renovación conceptual alentado por los mismo exiliados. Así mismo, a partir del caso estudiado, la Dra. Romo destacó la importancia de discutir el estado de conocimiento sobre las memorias militantes tanto en Argentina como en México para generar una mayor comprensión de la diada exilio-innovación.

Ese mismo día, en la mesa Movilidad, conocimiento y enseñanza académica, Daniela García González y Rosario Hernández Castañeda, de la Universidad de Guadalajara, analizaron los “Efectos de la movilidad internacional en académicos: un estudio cualitativo”. La investigación de García y Ramírez está centrada en  los profesores del Centro Universitario de Ciencias Económica-Administrativas (CUCEA), que tuvieron una estancia académica internacional en el período entre 2006 y 2013 y se reintegraron a sus funciones académicas después de su estancia internacional.

Entendida como una estrategia para la internacionalización, García y Hernández explicaron que la movilidad académica es uno de los ejes estratégicos del Plan de Desarrollo Institucional 2030 de la Universidad de Guadalajara. Apoyada con recursos PIFI está planteada a partir de las redes, asociaciones, los programas de estancias y jornadas de investigación, seminarios y coloquios. Señalaron también que el período 2006-2013 fue elegido porque fue  cuando se registró mayor índice de movilidad académica. En su estudio, participó el 80% de los sujetos.

Las entrevistas mostraron a García y Hernández que los efectos de la movilidad tuvieron que ver con:

  1. La reflexión crítica sobre la práctica como investigadores
  2. Actualización e innovación académica
  3. La obtención de una perspectiva global-local de sus roles como investigadores en universidades extranjeras

Con respecto al punto a), las investigadoras plantearon que la movilidad de los académicos fue en general motivada por la búsqueda de perspectivas alternativas de enriquecimiento de la labor investigativa. Por ende, los informantes seleccionaron las universidades por su prestigio en las disciplinas y  sus líneas de interés personal, generando una mayor auto exigencia al momento de preparar su trabajo en las universidades receptoras. Consideraron que su movilidad había tenido efectos en su pensamiento crítico y comparativo.

En el punto b), García y Hernández expusieron que la inmersión en un nuevo contexto estimuló a los académicos a apreciar las diferencias y valorar la propia cultura; a tejer redes de colaboración tanto institucionales como personales; a actualizar sus líneas de investigación y a enriquecer las publicaciones y los trabajos en coautoría. La  movilidad se convierte en oxígeno para la vida académica al ser una actividad que impide a los académicos permanecer en zonas de confort.

El punto c), indicaron que la movilidad académica genera mayor seguridad y motivación para hacer propuestas concretas para mejorar condiciones institucionales, docentes, laborales y académicas. Esto es, motiva la búsqueda de modificaciones que contribuyan a evolucionar las tradiciones universitarias, al apreciar y tener mayor apertura hacia nuevas formas de gestión.

Las investigadoras concluyeron que la movilidad en el CUCEA impactó en la vida personal y académica de los profesores y les proporcionó elementos que facilitaron la actualización y la innovación de su labor profesional.  Sin embargo, sólo 2.5% de la población muestra participó en acciones de movilidad prolongada, siendo esto un factor que lleva a cuestionar los procesos institucionales vinculados con la participación de los académicos en movilidades así como el seguimiento de las mismas.

Finalmente, tuvo lugar una Conversación Educativa entre Arturo Velázquez Jiménez, Director de la oficina de la OEI en México y Armando Alcántara que versó sobre “La cooperación internacional para el desarrollo de la educación en México: el papel de la OEI”.

La Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) es un organismo de cooperación internacional de carácter gubernamental, integrado por Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Cuba, Chile, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, España, Guatemala, Guinea Ecuatorial, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú, Portugal, Uruguay y Venezuela.

Arturo Velázquez comenzó por explicar que con base en los Objetivos del Milenio, planteado por la ONU, la OEI elaboró un documento normativo llamado Metas Educativas 2021. Es un documento regulador de las acciones que en materia educativa, realiza la OEI.  En México, tiene vinculación con el Programa Sectorial de Educación 2013-2018. Así, las Metas Educativas de la OEI, están articuladas por los ejes que definen la UNESCO, la ONU y los planes educativos de cada uno de los países miembro.

Entre las acciones que promueve la OIE, destacan los esfuerzos por impulsar la movilidad de docentes, estudiantes e investigadores, como el Proyecto Paulo Freire. Esa iniciativa busca promover la movilidad de alumnos universitarios que cursan estudios de grado y posgrado en carreras que conducen al ejercicio de la profesión docente. Hasta el momento, comentó Velázquez, la OEI ha impulsado 1,000 movilidades entre los países miembros.

A través de otras iniciativas como la del Programa Iberoamericano de Alfabetización y Aprendizaje a lo largo de la Vida, la OEI  buscó reforzar sus vínculos con la Unión Europea, África y Asia; siendo la construcción de un catálogo de experiencias en educación para los derechos humanos, un eje articulador.

Destacó también la creación del Centro de Altos Estudios Universitarios (CAEU) y la creación de la Universidad Abierta Iberoamericana, ambas derivadas de las acciones de la OEI en la búsqueda de la formación de especialistas. Igualmente, enfatizó la instalación de los programas de IBERMUSICA, IBERMUSEOS, IBERESCENA e IBER-RUTAS, cuyas funciones están enfocadas a impulsar diversas artes, las poblaciones migrantes y la difusión de la cultura a partir de los museos; y de los programas IBERCIENCIA, IBERTEC, IBERTIC, del Instituto de Educación en Derechos Humanos y el Centro de Formación e Innovación en Políticas Públicas, cuyas funciones, como sus nombres lo indican, están vinculadas a la innovación en ciencia y tecnología y la formación para las funciones públicas.

En México, la OIE está aliada con la SEP, CONAFE, CONACULTA, SER, INEE, UNAM, AMEXID, ANUIES, CONACYT, ILCE, UDUAL, AUM, INEA y AMC, como organismos públicos y a un gran número de empresas privadas. Las asambleas de la OEI son realizadas cada 4 años y durante la última, explicó Arturo Velázquez, fue nombrado como Presidente del Consejo del Secretario de Educación de México (en éste momento Aurelio Nuño Mayer). La Secretaria General de la OEI la preside el Dr. Paulo Speler.

Armando Alcántara expuso que la OEI es una organización que contribuye al desarrollo educativo en los países asociados debido a que esta organización tiene presencia extra regional en Asia y África; además de buscar vinculación con otras asociaciones estratégicas para la cooperación.

Es una organización versátil con un interesante papel puesto que maneja  programas sino también difunde conocimientos en plataformas como la Revista de la OIE considerado como un instrumento útil para conocer el trabajo académico en Iberoamérica.

Como parte de la conversación, Armando Alcántara preguntó a Arturo Velázquez cuáles son los principales desafíos que desde la OEI, visualizan para los Estados Iberoamericanos. Velázquez comentó que si bien están planteados en el diagnóstico de las Metas Educativas, en México considera que uno de los principales retos es la conclusión de la Reforma Educativa  y la correcta cobertura, calidad y adecuaciones internacionales en la educación mexicana. Así mismo, México aún necesita superar los problemas de analfabetismo vinculados a la cultura científica y la comprensión lectora.

Ante la pregunta de Alcántara sobre cómo puede la OIE apoyar a la superación de estos retos, Velázquez comentó que uno de los objetivos de la Organización es justamente ayudar a los sistemas educativos en procesos de transición, como el mexicano y algunos otros, a partir de las iniciativas planteados en sus Metas Educativas.

Para finalizar, Alcántara preguntó a Velázquez si había manera de registrar el impacto de las acciones que tiene la OIE: Velázquez apuntó que las Metas tienen bien definidos indicadores de impacto y concreción de acciones.

Conclusión

A pesar de ser considerada hasta el momento como el principal indicador a partir del que dan cuenta de la internacionalización de las Instituciones de Educación Superior, la movilidad de estudiantes y académicos es un tema poco recurrente en la investigación educativa en el país. Durante el XIII Congreso de Investigación Educativa, el escaso número de presentaciones que abordaron el tema evidencian un proceso en ciernes de construcción de un campo de estudio: este, en sus primeros momentos, genera datos cuantitativos que sirven de base para analizar la dinámica de la movilidad en México y en el extranjero.

Lo anterior nos permite observar que aunque el estudio de la movilidad depende de una mínima población de investigadores, los resultados de los trabajos presentados muestran que es necesario cuestionar y analizar los impactos sociales e institucionales de la movilidad y en crear con ello líneas de investigación que expongan la dimensión cualitativa del tema. Así mismo, en general, las presentaciones coinciden en subrayar la urgencia de debatir la forma en la que los datos sobre la movilidad son generados por las propias universidades, de buscar nuevas estrategias para recuperar información y la necesidad de promover la reflexión sobre la movilidad a partir de las voces de los estudiantes y académicos, así como de los organismos que la suscitan.


[1] Reseña realizada con el apoyo de la Red sobre Internacionalización y Movilidades Académicas y Científicas (RIMAC). Proyecto de Redes Temáticas CONACYT, no. 260402.

[2] Ayudante de Investigación SNI de la Dra. Sylvie Didou Aupetit, en el Departamento de Investigaciones Educativas del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional.

[3]Como componente de las políticas de cooperación internacional/instrumento de cooperación; modalidad de creación de capacidades de investigación; fuente de recursos para las universidades participantes; o faceta de la internacionalización del currículum.

[4]Primera edición disponible en:

[5] La UNAM no participa en la encuesta.

[6]La Estadística 911 recaba estadísticas de todos los niveles educativos: básica, media y superior. Está elaborada conjuntamente por la SEP, la ANUIES y la SHCP. Para más información: http://www.comie.org.mx/congreso/memoriaelectronica/v11/docs/area_04/1041.pdf

[7]


Texto en PDF: DiraPlancarte-XIIICOMIE_Movilidad

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