Reseña
Sylvie Didou Aupetit[1]
La presentación del proyecto de investigación HiSu, acrónimo de la propuesta titulada “Por una historia del Internet desde el Sur” tuvo lugar en el Departamento de Investigaciones Educativas del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (DIE-Cinvestav), el 31 de marzo 2016. Corrió a cargo del Ing. Pascal Renaud, de la Dra. Laura Cházaro (DIE-Cinvestav), del Dr. Michel Durampart (Universidad de Toulon, Francia). Fue comentado por la Dra. Inés Dussel (DIE-Cinvestav)[2].
Pascal Renaud inició la mesa, señalando la originalidad y relevancia de este proyecto de investigación, financiado por la Agencia Universitaria de la Francofonía (AUF) y apoyado por las instituciones de adscripción de los investigadores involucrados. Indicó como uno de sus principales rasgos su naturaleza comparativa debido a que abarca, en América Latina, México y Brasil, algún país (todavía indefinido) del Caribe y en África, Senegal, Burkina Faso y Ghana. Mencionó que las historias del Internet suelen centrarse en los países del Norte (principalmente Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Suiza) que crearon la tecnología más que en los del Sur, percibidos como receptores pasivos. En ese sentido, sus participantes consideran que el HiSu permita rescatar una historia que no es la de la invención del Internet sino de su apropiación en contextos locales muy disimiles de los en donde grupos científicos de punta lo desarrollaron. A efectos de contextualizar el proyecto, Pascal Renaud hizo una extensa presentación de la génesis del Internet y de sus etapas de evolución. Mostró que, si bien se benefició de abundantes créditos militares, debido a la Guerra Fría, su desarrollo se hizo de manera independiente de estrategias militares y resultó más del trabajo de conglomerados académicos. Igualmente, subrayó la importancia de algunas instituciones o agencias nacionales de investigación que desempeñaron un papel clave en la introducción de las primeras computadoras en las Instituciones de Educación Superior. Por ejemplo, la National Science Foundation de Estados Unidos hizo una inversión importante para que las universidades con insuficientes recursos de inversión pudiesen contar con esos equipamientos. Habló igualmente de algunos grandes proyectos europeos o con financiamiento de organismos internacionales para dotar del Internet a los países de África francófona.
Sin embargo, como lo indicó, fue la diversificación de las aplicaciones de las computadoras y el desarrollo de las micro-computadoras así como la reunión de condiciones tecnológicas favorables de transporte de los datos lo que permitió una democratización de su uso en las universidades y las empresas, y luego, a la sociedad en general; la diversificación de las tareas que los usuarios de la World Web Wide pueden realizar -no solo de cálculo sino también de correo electrónico (interconexión con otros) y de búsqueda de información (distribución de hipertextos o hipermedios)- explica su éxito. Concluyó su detallada presentación[3], recordando el papel relevante del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) en la introducción del Internet en México y propuso algunos hitos para reconstruir esa dinámica. Con base en las fechas de introducción del Internet en el país, formuló la hipótesis de que, si bien México suele ser considerado como parte del Sur, su comportamiento en cuanto a adopción temprana de las computadoras se asemejó al de los países del Norte. Concluyó recordando que en una perspectiva de historia de la ciencia, rastrear el proceso de adaptación del Internet a contextos distintos a los de su creación y fortalecimiento implicaba no sólo dilucidar aspectos técnicos sino también tomar en cuenta factores de organización social y de idiosincrasia cultural. Para dar cuenta de ese haz de elementos, los miembros del equipo científico acordaron utilizar como herramienta central los relatos hechos por los informantes, con el propósito de rescatar esa historia olvidada.
En una perspectiva centrada en la sociología de la comunicación, Michel Durampart indicó que, en el marco de ese proyecto y con base en experiencias previas de indagación en Líbano y en Burkina Faso principalmente, pretendía centrar sus aportaciones en la relación entre hombres/ conocimientos/herramientas como condicionante de la producción de saberes. Le interesaba en particular explorar los usos creativos o contra-usos que los usuarios del Internet, sitos en países del Sur, hacían de una tecnología importada, y actuaban como pasadores, aprendices de brujo o portadores de competencias específicas, bajo distintas fórmulas de bricolaje. Citó como ejemplos los que hacia el Hezbollah como eje vertebral de su estrategia de comunicación política. Igualmente, señaló que le interesaba ver, además de los fenómenos de apropiación endógena, la manera cómo la demanda específica de servicios vinculados con el Internet, tal y como la formulaban los usuarios, implicaba que los proveedores tuviesen que acoplar las modalidades de suministro de su tecnología a las necesidades de sus “clientelas”, modificando incluso sus planes de marketing. En suma, y retomando el hecho de que la(s) historia(s) del Internet en el Sur son menos narradas, menos vistosas y menos visibles que en el Norte, lo que le interesaba era ahondar en el rol de las mediaciones vía Internet en esos contextos, conforme con la idea de que los modelos de concepción de esa tecnología está en el Sur pero que los de apropiación y (re) adaptación están en el Norte.
Laura Cházaro aportó algunas precisiones a ambas presentaciones, señalando que una primera exploración de la bibliografía mostró que había muy poco escrito sobre cómo el Internet fue adoptado por las Instituciones de Educación Superior en México, aunque sí se disponían de algunos anecdotarios de los fundadores. Advirtió que otro caso interesante en México era el del Instituto de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas y en Sistemas (IIMAS) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) que fue igualmente pionero en la difusión de Internet. Precisó que le interesaba, en el contexto del HiSu, realizar entrevistas a técnicos que, en el IIMAS y en la Facultad de Economía de la UNAM, fueron impulsores y pioneros en la instalación, el uso y la difusión del Internet pero que, por su condición académica de técnicos, casi no han sido entrevistados; así, sus roles no han sido dilucidados, a diferencia de los que ocurrió con los funcionarios que tomaron la decisión política, desde sus puestos directivos, de invertir en Internet. En esa perspectiva, recalcó que obraba un doble proceso de silenciamiento, uno que concernía los países que adoptaron ex post facto el Internet, en tanto tecnología y otro que se refería a sus impulsores-operadores es decir a quienes hicieron posible su uso concretamente.
Inés Dussel subrayó, en el mismo tenor que los ponentes, la importancia de escribir las historias del Internet en los países del Sur, en una perspectiva geo-política de una historia de la ciencia y de los espacios de producción contemporánea de los conocimientos. Centró sus comentarios en torno a tres cuestiones:
- La necesidad de pensar la historia material del cableado, conforme con la idea de realizar una historia ingenieril del Internet en una perspectiva de historia de la ciencia. ¿Qué implicó en cuanto al papel de los aparatos, de la incorporación de las universidades estatales, de los financiamientos públicos y privados? ¿Cuáles fueron los stakeholders que intervinieron en esos procesos?
- La necesidad de pensar las posibilidades contenidas en las tecnologías. ¿Qué se pudo hacer en los inicios, qué se puede hacer ahora? ¿Cuáles fueron las competencias académicas que devinieron indispensables en los perfiles de los estudiantes y docentes debido a la adopción generalizada pero asincrónica de las TIC tanto en la perspectiva de una definición de los perfiles profesionales como de la movilidad internacional? Recordó las etapas relativamente tardías de la instalación de las computadoras en el medio científico argentino (con el bautizo de la primera con el nombre de Clementina) y luego su adopción por las comunidades estudiantiles y académicas. Anotó que, en un proyecto de tipo comparativo, los hallazgos iban a concernir no sólo las cronologías sino las culturas, los medios técnicos disponibles y las condiciones políticas e institucionales de las universidades. En relación a los países seleccionados como casos de estudio en América Latina, advirtió la conveniencia de ampliar la muestra regional, considerando que esta abarcaba sólo a dos países potentes en la zona y que la penetración del Internet en otros, más alejados, y con patrones de desarrollo diferentes, había seguido pautas distintas, con toda probabilidad.
- La necesidad de pensar lo anterior en términos de una historia global y en marcos teóricos como el de la dependencia. Respecto de la noción misma de “Sur”, destacó la relevancia de caracterizar el proceso investigado en diferentes países pertenecientes a dos bloques regionales disímiles, cada uno encarnando una definición propia del Sur. Consideró que comparar ese fenómeno en entornos distintos podía ampliar los enfoques comparativos a nuevos horizontes a la vez que abrir posibilidades de cooperación internacional a América Latina, una región todavía convencional en sus elecciones de movilidad e intercambio científico, con una tendencia pronunciada, incluso en relación a la movilidad y a las transferencias de saberes, a privilegiar como sus contrapartes preferentes a los países centrales de Europa y Estados Unidos. Pero, para ello, era indispensable tomar en cuenta que las formas de gobierno, la regulación y las propias universidades son distintas, en el entendido de que no sólo pesa la metrópolis sino los entornos de adopción.
Retomando la idea de que Internet era un producto importado, consideró que era esencial estudiar en profundidad cómo, en los países receptores, no sólo generó procesos duales de apropiación (por parte de los consumidores) y de adaptación (por la de los proveedores). También lo era analizar cómo había contribuido a una “democratización” de las oportunidades de acceso a recursos y a conocimientos e incluso había propiciado una endogeneización de los conocimientos producidos in situ. Dejó abiertas preguntas sobre el sentido y los alcances de esos procesos y sobre sus interpretaciones en términos teóricos, en relación a marcos interpretativos como los del pos-colonialismo o del neo-colonialismo.
Los asistentes hicieron comentarios sobre la cronología del Internet en México, la estructura de los guiones para organizar los relatos de los informantes seleccionados, el carácter público o privado del conocimiento difundido en el Internet. Igualmente, algunos pusieron de realce la necesidad de discutir la forma como el Internet había modificado profundamente las concepciones del trabajo científico, el rol, el funcionamiento y los formatos de las revistas y editoriales científicas, la circulación y las valoraciones de los productos.
[1] Sylvie Didou Aupetit es investigadora del DIE-Cinvestav y coordinadora General de la Red sobre Internacionalización y Movilidades Académicas y Científicas (Red RIMAC), con apoyo del Programa de Redes Temáticas del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT).
[2] El proyecto involucra igualmente al Dr. Alex Corenthin del Departamento de Génie Informatique, École Supérieure Polytechnique de l’Université Cheikh Anta Diop de Dakar, Senegal.
[3] Misma que puede ser consultado en el sitio Web del proyecto HiSu: http://isavoirs.free.fr/presentationHiSu.pdf
Texto disponible en PDF: ReseñaHiSu-SylvieDidou