Pensar las migraciones científicas internacionales: a propósito del Coloquio de Lisboa.

Didou-Lisboa

Sylvie Didou Aupetit[1]

 El 10 y 11 de septiembre 2015, se desarrolló en las instalaciones de la Universidad Nova de Lisboa, Portugal, un Seminario titulado “Científicos que traspasan fronteras: movilidad científica transnacional”, convocado por las Dras. Beatriz Padilla y Thais Franca[2]. Acudió al evento una treintena de especialistas e invitados. Presentaron experiencias particulares (Portugal, España, Ecuador, Argentina, México, la India, Colombia, Estados Unidos, Gran Bretaña) o bien intervinieron en mesas redondas sobre temáticas consideradas de interés general (la migración científica en Portugal y entre Europa y América Latina, es decir en una dirección sur-norte, los modelos de circulación del conocimiento, los intercambios científicos y las políticas neo liberales). Destacaron entre los tópicos más frecuentemente atendidos por los participantes los relativos a las diásporas científicas, a los programas de atracción implementados por los países de desarrollo científico medio y a la condición de género de los migrantes de alta cualificación.

En primer término, llamó la atención el interés que los intercambios de científicos y sus rutas multipolares de migración generan hoy día, a pesar de que esa cuestión no fuera nueva, como lo demuestran los numerosos estudios disponibles sobre la historia intelectual y la circulación internacional de los conocimientos. Muchos son los investigadores que, en forma todavía dispersa, en numerosos países, aún en los tradicionalmente considerados como de procedencia más que de inserción de esa población particular, están interpelados por el papel y la situación de los científicos extranjeros en los laboratorios de los países donde radican. Todos ellos, no obstante, mencionaron las dificultades a las que se enfrentan para acceder a datos confiables y actualizados sobre las migraciones científicas e, incluso, sobre los resultados de los programas específicos de movilidad científica.

Sin embargo, algunos, principalmente asentados en Europa, presentaron diagnósticos de alcances multinacionales, propuestos vía la realización de estudios de cobertura amplia, mismos que respondieron a encargos de organismos internacionales (principalmente vinculados con la Unión Europea o la OCDE). Otros dieron a conocer investigaciones cualitativas, de tipo exploratorio, realizadas por estudiantes de doctorado y postdoctorado así como por grupos constituidos de indagación, mediante entrevistas a informantes cualificados diferentes, como lo son los propios investigadores, los rectores y tomadores de decisión o los jefes de laboratorios. Con énfasis en los sujetos individuales, en situación de migración, en las instituciones receptoras o en los programas de becas y ayudas para el fomento a la movilidad científica internacional, recalcaron las consecuencias del fenómeno migratorio: expusieron sus repercusiones en los perfiles de las trayectorias profesionales, en las condiciones laborales, en las elecciones de consolidación de la investigación, en las estrategias de acreditación de la calidad en distintos tipos de establecimientos así como en la existencia y condiciones de vida de los afectados, sean hombres o mujeres.

La sucesión de las presentaciones, independientemente de su interés intrínseco, confirmó no sólo la diversidad de los abordajes al tema sino el hecho de que el tópico dista de ser instalado en una agenda normalizada y comparada de investigación. Una prueba fehaciente de ello es la misma indefinición del universo de los “científicos extranjeros”. Unos participantes se interesaron esencialmente en los científicos que están en una situación de movilidad temporal: seleccionaron por ende entre sus principales informantes a los post-doctorantes es decir a “doctores recién titulados” que inician su recorrido profesional y penan por encontrar un trabajo estable, en sistemas nacionales de investigación estancados por las crisis económicas o estructurales de la profesión. En esa perspectiva, los sistemas científicos del Sur ofrecen a veces a los recién graduados del Norte plazas que sus propios países no les brindan. Por ello, esa generación, en una evidente situación de precariedad, acumula becas de posdoctorado para integrarse temporalmente a equipos científicos en países de desarrollo medio: sus integrantes acumulan así contactos que esperan estar en condiciones de consolidar ulteriormente en redes disciplinarias y que suponen de utilidad para acceder a contrataciones definitivas. Por lo general, se encuentran en situaciones de migración temporal o bien de movilidad laboral corta  por estancias, con becas más que con sueldos.

En esos casos, las preguntas hechas a los informantes por los investigadores concernieron esencialmente el inicio de la carrera y las pautas de transición entre las universidades de formación y el mercado científico. Esas están claramente caracterizadas por la inestabilidad y producen angustias: la forma como la migración trastoca las elecciones existenciales, las dificultades o facilidades de adaptación a medios intelectuales, con tradiciones propias y juegos internos de poder, pese a la impronta aparente de una cultura científica común o estandarizada en sus mediciones, y los recursos movilizados por los individuos para garantizar una productividad académica indispensable para asegurar su reclutamiento ulterior, en una plaza definitiva, fueron los aspectos que, más frecuentemente, expusieron los ponentes. Si bien, como era de esperarse, motivos personales empujaron a parte de los entrevistados a salir de sus países, muchos tomaron esa decisión por causas de oportunidad, sea de acceso a becas o bien a puestos, aunque fueran amparados sólo  por contratos anuales o bi-anuales. En contraste, la migración intelectual, por motivos culturales y disciplinarios, parece estar en repliegue en relación al pasado.

Otros participantes al seminario en contraste, analizaron específicamente a los integrantes de ese mismo grupo que desarrollaron toda o gran parte de su carrera profesional afuera, en una perspectiva de migración definitiva o de larga duración. Esos científicos migrantes o expatriados dejaron de considerar como una opción viable el retorno, a diferencia de sus compatriotas más jóvenes. En atención a la situación de esos sujetos, las preguntas vertieron más bien sobre sus redes, sus elecciones de publicación, su papel como transmisores de conocimientos o de perspectivas conceptuales y su rol como impulsores de cooperación entre sus países de origen e instalación. El foco principal fue el de las redes, en tanto dispositivos de legitimación disciplinaria, mecanismos de productividad y recursos emocionales.

Más allá de que la definición de los sujetos sea relevante para justificar los distintos tópicos explorados y que la variable etaria sea crucial para constituir muestras distintas, en universos heterogéneos en donde coexisten refugiados políticos, expatriados económicos y migrantes por elección, los ponentes también se interesaron a los contextos (de partida y de recepción). En forma específica, presentaron datos sobre algunas políticas de repatriación de científicos internacionales (es decir nacionales formados en el extranjero- la India) e invitación a científicos extranjeros (rusos en México) sea con fines de movilidad circulatoria (programa Prometeo en Ecuador), sea de migración de mediana o larga duración, con el propósito de consolidar nichos disciplinarios e instituciones emergentes. Esos programas, en tanto expresiones de proyectos políticos tanto nacionales como de cooperación internacional, sea quien sea el gobierno oferente, no sólo son indisociables de decisiones de inversión económica sino también de estrategias de formación de elites con visos políticos. En esa perspectiva, la articulación de las dimensiones macro y micro en las investigaciones sobre los científicos en situación de movilidad transnacional, internacional o bilateral debe ser trabajada con detenimiento para dar cuenta de las dimensiones variadas a las que remiten.

Bajo tal ángulo, es importante señalar que los análisis de los discursos emitidos por distintos actores relevantes en la arena universitaria sirven para entender el contexto socio-profesional e intelectual en el que se despliegan las migraciones científicas y, asimismo, para comprender las lógicas de integración de los individuos migrantes en sus equipos e instituciones. Es preciso, para ello, identificar los factores que subyacen a una “integración exitosa” en términos institucionales e individuales. En efecto, son frecuentes los sesgos entre retóricas y hechos por una parte, entre políticas gubernamentales de atracción científica o retorno, cuando las hay, y condiciones concretas de inserción.

Finalmente, cabe señalar que las ponencias y los debates que generaron entre los asistentes permitieron examinar algunos supuestos, aunque no haya habido forzosamente consenso sobre los asuntos a los que están remitidos. Los primeros son: ¿adónde se dirigen los científicos extranjeros para desarrollar sus carreras? ¿Siguen procurando instalarse en los polos tradicionales urbanos que concentraban tradicionalmente las mayores capacidades instaladas o, por los efectos combinados de la descentralización geográfica de la investigación y de la mayor oferta de plazas en establecimientos ubicados fuera de los epicentros nacionales de indagación, se están distribuyendo ya en forma más dispersa territorialmente? Otros son ¿Cómo y dónde producen? ¿En qué tipo de revistas, mediante que redes, en qué formato académico y conforme con qué patrones de co-publicación? Unos más conciernen la articulación entre los esquemas de migración y los de movilidad temporal al extranjero así como la relevancia de la primera en un recorrido académico, en tanto un episodio inaugural que anuncia una bifurcación o en tanto constante de la trayectoria, con incidencias perennes.

En suma, ese seminario, por la diferencia de intereses académicos, de perspectivas y de casos países que evocaron los participantes, permitió contrastar ángulos distintos sobre un fenómeno complejo así como señalar temáticas a desarrollar, en una agenda de investigación que sería necesario pensar en forma individual y colectiva a efectos de comparación. Permitió igualmente lanzar una discusión (a consolidar) sobre las perspectivas a partir de las cuales abordar el tema, según la posición de cada país, en un universo científico estratificado y globalizado, es decir interconectado pero jerarquizado. Si bien la atracción de científicos en sociedades desarrolladas y menos desarrolladas responde en ambos casos a políticas de consolidación de capacidades, dichas capacidades y las coyunturas en relación a las que toman sentido son diversas. Mientras en las primeras, se trata de garantizar, en situaciones demográficas adversas, una concentración espacial de materia gris para asegurar la competitividad y, en algunos casos y disciplinas, la prosperidad y el bienestar en las sociedades receptoras, en las segundas, se trata de contrarrestar el brain drain y robustecer “nichos” disciplinarios de calidad.

Considerando lo anterior, algunos ponentes llamaron a analizar la migración científica no sólo en relación a la organización de los mercados académicos nacionales y a los perfiles profesionales de sus integrantes  sino en relación a coyunturas de análisis más amplias, que remitan a las perspectivas del neo colonialismo o de la innovación en sociedades mundializadas.

 

 

[1] Sylvie Didou Aupetit es investigadora de tiempo completo en el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (CINVESTAV) en México y coordinadora de la Red sobre Internacionalización y Movilidades Académicas y Científicas (RIMAC- Proyecto Redes Temáticas del CONACYT no. 260402). Correo  

[2] https://scientificmobility2015.wordpress.com/


Texto disponible en PDF: Didou_Lisboa

 

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